jueves, 23 de julio de 2020

Mañana que será hoy

fecha original del 5 de junio a modo de recordatorio. Ese día hubo un eclipse y lo anoté para recordarlo. No sabía a qué hora. Anduve de noche allá un rato.

hoy 24 de julio la repetí como por inercia.
otra buena lista de cosas.
de otra era.
otra nueva vida.
Me sangró la cabeza
mientras pensaba
arrastrando mis uñas por y entre mis pelos

(igual como me sangran los dedos cuando estoy nerviosa
o los labios partidos y al intentar sanarlos, les sigo provocando heridas).

23j1024

unas pelusas blancas resultaron ser gusanos similares a un cierre de mochila que succionaban como mama un animalito recién nacido una de las puntitas del cierre de mi mochila. Fue como si se hubieran duplicado, triplicado o cuadruplicado y luego cada vez más, y más, y más. Pasé un año nuevo en una colina que parecía ser el parque cultural ex cárcel en Valparaíso. Me había hecho un nuevo tatuaje —horrible— y una amiga empezó a verlo, y luego me echó una crema regeneradora hasta que empezó a molestarme y a ser invasiva y yo salí corriendo y ella corría detrás de mí pillándome como jugando. Yo terminaba totalmente ebria y volví y resultaba que tenía un hijo y lo dejé con cualquier persona. Habían muchas personas que conocí en el colegio que me sostenían todas mis cosas, vieron mis fotos de cuando era niña y decían que era linda. Ya fue al final de vuelta tipo cinco de la tarde cuando nos devolvíamos en un bus sol del pacífico vía aeropuerto cuando pasado por Recreo Roberto dice que tenía que bajarse donde una tía que lo esperaba, él seguía estudiando en el norte. Algún día fuimos buenos amigos. También ví antes a otro niño, j. p. c. que en algún momento también fuimos muy buenos amigos, y otras personas más que consideraba buenas pero nunca fuimos cercanas. La cosa es que En Recreo Roberto tenía que bajarse, yo sentía ese lugar con calidez pero lejano a la vez (¿habrá sido una Cata del futuro la que iba en ese bus?) y se demoraba una eternidad en pasar por todo Recreo hasta el reloj de flores. Ahí fue cuando yo iba en el primer asiento del bus hacia el lado de la puerta, o sea, estaba pegada a la puerta, y mi amiga que antes en la noche me persiguió estaba también en los primeros asientos pero al lado, detrás del conductor, cada una hacia la ventana. Ahí m di cuenta de todas esas pelusas-gusanos que succionaban cierres y que luego andaban por el suelo. Tenían una liviandad incomparable, pero se movían sin que nadie se percatara que no eran pelusas. Yo me puse a gritar cuando caí en la cuenta que era una invasión de gusanos esponjosos, pero nadie me creía. Después sonó mi alarma y yo estaba de guata con la cara al colchón, y me pregunté aún entre dormida y despierta si es que en mi colchón me estarían succionando gusanos que se hacen pasar por pelusas. Son las 10.24 am y creo que mi respuesta es sí.

miércoles, 22 de julio de 2020

No sé cumplir






/







Un aventón de llanto sobrevino hacia esta existencia presente:

Aquí

y

Ahora

jueves, 16 de julio de 2020

16 de julio (no olvidar esta fecha)

hoy encontraron muerta a una niña/adolescente/mujer-no-adulta de 15 años en los acantilados de Playa Ancha. Cuando chica iba con mi papá a pasear en auto para allá. En mayo del 2018 fui para allá por una sesión de fotos, lo conocí a pie, fue distinto. En septiembre del año pasado, el día que empecé mi práctica (un nuevo y gran periodo en mi vida en esa otra vida) fui en bicicleta un día soleado y ventoso. Nunca sola, le tengo un poco de terror a Playa Ancha. Llegué lejos. Luego a fin de año, mi último paseo, también fui una tarde de diciembre, con solcito, tomé unas fotos con la estenopeica que me regaló el José para mi cumpleaños, aún así no acabé el rollo. Ese día peleé con una vieja por su perro que casi hizo caerme de la bicicleta. La verdad no fue por lo que me hizo el perro, fue por la risa de ella sobre lo que me hizo su perro. Le grité. Y nunca le había gritado a alguien desconocido. Este año a principio de año (quizás fue uno de mis últimas escapadas en bici) fui un día por la mañana, casi lloviznando. En verdad ya era casi medio día. Fui a los roqueríos, pero a ras de suelo. Y me adentré en el mar, estaba tranquilo. Nunca había ido a ese lugar. Y fui sola, me atreví por primera vez.  No me pasó nada, por ende, probablemente podría haber seguido yendo el resto del año. Quizás qué cosas hubieran pasado en esas salidas, o quizás qué cosas no hubieran pasado también. No lo sé. Sólo pienso ahora que me da un nervio tremendo pensar en esa mujer que se murió. Pienso en todo caso que es un gran lugar para morir, sólo si es por decisión propia. Pienso que alguien allá podría hacerme desaparecer de la faz de la existencia de mis conocidos, eso sería terrorífico realmente. Ya no para mí, claramente, aunque quizás sí, depende de qué tan rápida fuese mi muerte.Pero en fin. El día se veía soleado en la costa, y el mar algo así como turquesa, violento como siempre allá.
Una de las primeras cosas que haga cuando vuelva será ir a mirar el agua desde las alturas, de frente al sol escondiéndose en el Pacífico.
¿Es el encierro mental? ¿o lo ficticio es pensar que en algún punto de esta existencia no lo habrá?








(¿es esta cuarentena mental?)

lunes, 13 de julio de 2020

Rescates que sirven para salvarse a una misma:

" Yo ya estuve aquí. La roca natal guarda todavía las huellas de mis pisadas. El mar me conoce. Ese astro un día ardió en mi diestra".

miércoles, 8 de julio de 2020

Sakeado: Texto y Contratexto

"Rayo: relámpago primero; luego, trueno. Rayo: ambos. Lo opuesto: somnolienta siesta de fin de primavera comienzo de verano con la luz y la sombra delimitándose nítida pero desvaídamente."

lunes, 6 de julio de 2020

27 - 28 - 1 - 2

mis pastillas anticonceptivas las empiezo los días jueves o sea que los jueves tiene que caer los 1 / 8 / 15 / 22 por ende es más fácil considerar las semanas de 7 en 7 los días miércoles como último día de la semana en cuanto a mis pastillas y así voy 7 / 14 / 21 / 28, y la regla me cae los sábados o sea a contar de la pastilla número 24 (incluyendo los días 24, 25, 26, 27, 28, 1, 2). O algo así.

Pasa que en marzo me fui a la costa por un par de días pero olvidé mis pastillas en Quillota y pensé que filo si total estaré un día no más, día que se alargó seis o siete en total, así que me tuve que comprar otra caja, y la idea de comprarme esa caja era retomar en el día que había quedado (y ponerme al día obviamente) pero todo se fue al carajo y eso me ha traído múltiples desórdenes lo cual incluye dejar tabletas de pastillas con una o dos pastillas de placebo porque me desordené y ya es jueves(1) y debiese empezar la caja nueva.

Esta vez no fue la excepción y en el cajón del baño donde dejo mis pastillas había otra con una pastilla sola que nunca boté (que nunca boté porque nunca puedo botar nada) y entre los últimos días de regla me tomé esa pastilla de placebo y luego era miércoles (me debería haber tomado la pastilla número 28 y dije ohh verdad que ayer me tomé la última, puede que entonces un día durante esos últimos siete días de aparente menstruación me haya tomado 2 pastillas en vez de una y pensé que filo que esas no son tan cuáticas y luego el jueves olvidé subir la caja de pastillas y me dio paja bajar al primer piso a buscarlas, dije filo mañana me pongo al día, pero me fijé que mi real caja de ese mes/periodo aún le quedaban dos pastillas por tomar y que efectivamente eran las pastillas que debía haber tomado los dos últimos días, o sea que jamás me tomé dos pastillas un mismo día sino que me enredé de caja y bueno, lo único que pienso es que todo lo que pasó en marzo, abril, mayo, y junio, ha estado todo interrelacionado y sus consecuencias me siguen encadenando a ese pasado que se transforma hoy en futuro (aún).