Fuimos lo que nunca seremos:
la semilla intacta escondida en la tierra
empapada de lodo y hojas que se hundieron
de tanta escopeta y matanza de los cielos.
Somos lo que nunca fuimos:
un para de migajas botadas
para la suerte de las palomas
que buscan pintarse de color
sin saber el color de su esencia.
Y en este día noche gris
quiero enterrarme la espina que clavaste
en mi pecho
para poder volver a la tierra
bajarme del mundo y hacerlo girar
pero no tan fuerte
tan fuerte solo hace daño.
En este rato con tus dedos de fondo
quisiera sentir tus raíces
y tus ramas escalando por mi tronco
hasta hacer brotar un fruto,
y por qué no
dejar unas cuantas semillas más.
Ven y acércate a mi verde mirar,
siente como el mármol se desintegra
para volver a la respiración instantánea
debajo de la tierra.
entierrate conmigo
conmigo y mis hojas
conmigo y mis ojos
conmigo y mi boca
y déjame sentir lo que se siente
volver a la inexistencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario