conviertes en café
café mojado
justo para tirarlo ardiendo
sobre las siluetas frías
que se disuelven en el suelo
y vapor.
Vuelve y amarra-te
este cuerpo
a este cuerpo
solo y triste
que a veces se extraña más a él mismo
que al mismo Dios.
No digas que es tarde
para volver
porque nunca es tarde
para tomar vino bebiendo-té.
Cierra los ojos
conéctate con mi raíz
que trasciende al tiempo
y la vida.
Fúndete en mi semilla,
y juntos bajemos
a donde nadie quiere ir.
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