Ni tú ni yo volvimos a escribir-nos,
ni tú quedaste perdido
ni yo infeliz.
Ni tú ni yo volvimos a sufrir-nos,
ni tú en tus antiguos vicios
ni yo en mi melancolía juvenil.
Ni tú ni yo volvimos a creer-nos,
ni tú montañas rusas
ni yo crudo jardín.
Ni tú ni yo volvimos a cantar-nos,
ni tú y soledad
ni yo y nefasta compañía.
Ni tú ni yo volvimos a buscar-nos,
pues tú encontraste otro cuerpo para revolcarte
y yo otro ser extraño para revivir.
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