lunes, 24 de marzo de 2014

HEY

Tomo el día para abrigarme. Tomo el día, lo estiro, lo arrugo, y no entiendo ciertas miradas que me arrancan los ojos en la calle, dominados por la luz natural. No entiendo cómo se puede abrigar con el día, sobre todo bajo estas condiciones (atmosféricas y emocionales). Hay aveces, ciertas posibilidades con los etcéteras en las historias. Tomo el día. Lo mastico y me ensució la ropa, y sigo sin entender a los ojitos que hoy me acuchillan en la calle. Cada uno es particular, suponiendo historias, viviéndolas hoy, pisoteadas, enterradas, o queriendo desenterrarse, inventadas en mente y en la mía, en las suyas, en las nuestras, en las de todo el mundo como cuando vamos de regreso a casa. Y llego. Llega la planta, llega la nota, llegan las reglas con sus rabias a mi techo,quiero decir en realidad bajo el suyo.

Toma la historia, yo tomo al día enrabiado, disperso,curioso, incierto. ¿Ya viste los regalos que te he hecho? Son de lo más honestos que podrías imaginar, sin evitar un toque de venganza emocional. Estoy al tanto de los pestañeos de marzo, o él de los míos. Estemos pendientes de las resacas, porque están.


Hoy, mi amor, te comprendo más que nunca del 29 por la noche del año pasado, la ceremonia de quemas. Cuánta sinceridad que rompe corazones. Hoy, mi amor, no me voy a romper a llorar, porque a pesar de todo lo vivido en estos dos últimos años, le doy las gracias a él, y llorarle ya no cuenta, ya fue demasiado; hoy estoy confirmando tantas cosas que imaginé y que temía. Hoy no habrá ceremonia de quemas, no soy lo suficientemente fuerte para eso, o no todavía. Hoy, mi amor, aunque no te lo haga llegar a tus oídos, es una fecha especial, que supone dejar atrás tantas cosas que me has ayudado a superar con tu simple pero grande presencia. 
Feliz veinticuatro de marzo.

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