"En la religiosa, puede muy bien ocurrir que
el tiempo nuevo no suceda al viejo. Todas las culturas han sentido el horror del «fin del tiempo». De ahí la
existencia de «ritos de entrada y salida». Entre los antiguos mexicanos los ritos del fuego —celebrados cada
fin de año y especialmente al terminar el ciclo de 52 años— no tenían más propósito que provocar la llegada
del tiempo nuevo. Apenas se encendían las fogatas en el Cerro de la Estrella, todo el Valle de México, hasta
entonces sumido en sombras, se iluminaba. Una vez más el mito había encarnado."
“Por un instante, brillan o relampaguean. Luego se apagan. Hechas de materia inflamable, las palabras se incendian apenas las rozan la imaginación o la fantasía. Mas son incapaces de guardar su fuego.”
Octavio Paz.
El Arco y la Lira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario