me vuelvas a enseñar tu cerveza favorita.
Me invites de nuevo a tu casa,
en un 14 de Febrero. (f
tus cigarrillos ya no huelan a mi perfume.
Y tu boca, no podrá ya manipular,
los movimientos de mi cuerpo.
Quizás cuando nos encontremos,
yo habré cerrado aquél cuento que abrimos
ese 30 de Abril.
Quizás cuando nos encontremos,
no serás tan despiadado,
y no me dejarás llorando
en la estación.
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