En el aire y el mundo al revés
me deslizo por la suave sangre
que me mueve lentamente
me enamora y hace daño
como si fuera un sutil cuchillo
que entra por mi piel.
El viento entra en mis venas
y recorre mi cuerpo de mármol
para hacerla fluir,
mientras mis respiraciones medrosas
se esconden del peligro.
El cielo en mis pies,
y el infierno en mi cabeza.
Se me revuelven las tripas
cuando tú me dejas
caer.
qué ganas de estar ahí de nuevo
querida nueva compañera
de días
de soles
de lunas
de caracoles.
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