miércoles, 13 de mayo de 2020
Viajé por última vez a la costa a fines de febrero con todas mis cosas vi las paredes vi por la ventana vi al perro de la casa y me vi a mí misma pensé que no podría soportar la soledad una vez más lloré toda la tarde almorcé lento fui a Valparaíso llegué tarde ayudé a unas tarjetas para un bautizo de un día bisiesto fuimos a una tocata no la pasé bien tomé agua en una botella de vidrio verde más tarde me compré una Gatorade azul y una empanada al otro día día bisiesto me sentía como con caña pero sin poder encontrar su existencia pensé que el año bisiesto anterior me encontraba sufriendo también en una pieza sola pero por un tremendo aweonao. Los días siguientes pedaleé para varios lados mientras más cerca del oleaje estaba era mejor subí una roca miré la longitud de unas playas subí a otras rocas en otra dirección otro día y sentí el movimiento de esa cosa gigantesca que existe al frente de esto llamado Litoral Central. Esa semana vi a mucha gente muchas risas mucho amor. Al final de ella visité a la psiquiatra me contó que en realidad el quiropráctico no solucionaría nada realmente si no quiropracteaba las tripas de mi corazón y pensé que sí que obvio que lo sabía pero que siempre es piola intentarlo es piola engañarse un tiempo aunque sea corto para amortiguarse de una misma. El fin de semana fue sufrido la vida misma me demandaba muchas cosas a las que yo estaba obligada a soportar y yo solo quería vomitar por mi primer día de regla y esa sensación duró los dos días siguientes. Más tarde esa tarde hablé con mi abuela que se estaba yendo y más tarde esa noche hice muchas cosas entre ella confiar en un ser humano que no debí confiar. Volví a la costa y no fui a ninguna marcha 8m pero pensé filo me hacen sentir como el pico las marchas. En cambio cocinamos la Camila me hizo comer ensalada de zanahoria y volvimos por su helado Italiano y yo volví a pedir los mismos sabores. Fui al médico y le presenté a mi bicicleta la playa La Boca en Concón una mañana más o menos temprano nublada fría y húmeda acompañada por perritos fuimos a tomar una infusión de menta en una taza de vidrio transparente luego se despejó y los colores de una ola reventando en una roca fue tremendo. Más tarde volví a confiar en otra persona en quien no debí confiar. Al otro día fui a Santiago casi me desmayo de hambre dibujé en una wacom en el Costanera y llevé a mi cámara al doctor de cámaras y hasta hoy sigue haciendo cuarentena allá. Aún no me explico cómo no me contagié de coronavirus ese día en el metro y en el terminal. Domingo fui a ver Parasite .Lunes entrené calistenia volví en bici me saqué la chucha volví a trabajar al taller me llaman por teléfono en la noche porque en anteriormente arriba nombrado tremendísimo aweonao fue a pegarse el show a mi vida otra vez volví a esa ciudad maldecida por la vida intrínseca de los pueblos chicos fui a los pacos me incitó a mentir no mentí tuve mi primera reunión de título todo iría bien volví a la costa almorcé bacán mi piel empezó a andar mal fui al médico compré materiales me hice exámenes compré tabacos en la calle todo para contagiarme aún no me contagio.
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