miércoles, 23 de marzo de 2016

Una de las razones por las que no leo mis weás antiguas es porque 1. me detesto un poquito 2. quizás no me entienda 3. me dará vergüenza PERO PUTA no soy capaz de leer las cositas que llegaba a escribirte después de nuestras tardes y noches y días enteros memorables porque éramos grandiosos juntos, o al menos eso es lo que siempre quise creer.
Y te juro, que siempre fue y ha sido terriblemente en serio.

Y es una de las weás que más me hiere, querido, el que supongas que me da lo mismo sin si quiera haberme dado un espacio todavía completamente libre y sin prejuicios ni interrogatorios hirientes sobre todo esto. No sé de dónde he sacado últimamente esta especie de valentía sobre mí misma; y no sé por qué chucha no te las digo, creo que simplemente estoy rendida frente al dolor.


Es triste todo esto. Más que triste, terriblemente doloroso, no soy capaz de soportarlo.
¿Hasta dónde hemos llegado?
Mi único consuelo en este momento es que llegues a leerme, pero aún así podría llegar a ser aún más desgarrador el que esté sujeto a malinterpretaciones y que más encima no seas capaz de ponerte en mi cabeza.
Ya no sé qué pensar de todo esto, sólo que el sinfín de cosas que siento no creo que vayan a cambiar con el tiempo.  Creo que el pedirte perdón se volvió casi cotidiano desde la mitad de nuestros meses hasta ahora, pero a pesar de eso jamás han dejado de ser honestos.
Créeme que sería capaz de escribirte una carta gigantesca y pegártela en la pared pero sería terrible.

Honestamente no sé qué weá estoy escribiendo pero supongo que así es muchísimo más sincero y poco agradable a la vista de cualquier sacodewea que quiera opinar

No sé si hay cosas que merezcan seguir siendo repetidas porque el noventa por ciento de lo que me dices, hay algo en mi corazón que ya lo daba por hecho, que ya lo sentía. Y eso me calma en parte.
Lo triste es que no hay manera de que pueda decirte algo sin que terminemos alterados,
y no sé,
a veces
sólo quisiera enrollarme contigo bajo frazadas y ponerme a llorar como un sábado en la noche antes de salir, y que nos quedemos como siempre,
pero me está matando esa sensación
porque la última vez que pudimos haberlo hecho
estabas terriblemente distraído y preferiste salir a la calle
comimos algo
caminamos
estabas un poco enojado
te saqué muchas fotos
te las mandé
no me respondiste
y eso
y luego pasó lo que pasa hasta ahora.

No me culpes, no quiero sacarte nada en cara.
Sólo que son cosas que suelo recordar todos los días desde ese día
y que realmente a nadie le importa

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