En primer lugar, nunca sé si llamarme mujer, a parte de porque es mi sexo. Tampoco lo digo como si alguien me hubiera hecho serlo, o si es que yo hice algo para tal.
Después de escribir lo anterior, he de considerarme una mujer, independiente de mi menudo cuerpo de catorce años con piernas duritas y casi sin celulitis, y con las tetas bien puestas en su lugar. Siempre tendemos (o tiendo) a subestimar cualquier cosa, o si no se es un exagerado. Yo sí considero que soy un tanto exagerada pero con la convicción de que hay cosas que yo las establezco y que deben respetarse porque sí. O al menos así es en el universo que yo invento para poder subir cada día esa cuesta empinada que cuesta para llegar al techo que me aloja de domingo a viernes, o a veces sábado. Bueno, casi toda la semana. Por eso es que es un deber moral y vital mantener ese universo en constante estimulación creativa para seguir sobreviviendo a este frío culiao que, repito, me hace polvo los huesos.
En el punto UNOcomaDOS quisiera pedirte que te mueras. Que desaparezcas. La verdad no sé a quién chucha le estoy hablando pero es algo que deseo constantemente, digo, en diversas ocasiones a lo largo del día. Cuando me siento limpia, DIGO, sin tanta grasa, y algo alegre, me maquillo. Hoy compré maquillaje, y me maquillo de vez en cuando porque me gusta creerme un personaje de película, sobre todo de mujeres de las que me enamoro durante el tiempo que dura la película y las dos semanas siguientes. Si ese enamoramiento continúa, es porque es amor verdadero. Lo mismo con las mujeres reales que veo constantemente a las cuales les asigno cualidades y rasgos de personajes que he reconocido o que he inventado. A ellas, nunca les pediría que se mueran.
Y sí, estoy mucho tiempo del día mirando a mujeres para rescatar su maldito comportamiento.
En el punto dos, quisiera decir que odio las 23.48 porque me exaspera como o hacen los hombres que me vuelan la cabeza a balazos ya que no estoy ni preparada ni predispuesta para ciertas cosas, sean buenas, muy buenas, o repugnantes. Malas también se incluyen en repugnantes. Y puede que esas malas estén entre esas el motivo por el cual escribo. No, no sé si es para que alguien muy especialito me lea, de vez en cuando olvido quién chucha me lee, y sería gracioso tener la certeza de quién yo estimo, porque me estaría estimando de cierta forma. Otros, de quienes no estimo pero sí deseo/he deseado, sería una alegría y a la vez un motivo más para añadir a la carta de suicidio que algún día haga a puño y letra, porque es enfermante todo lo que pretendo/pienso/ideo. Me sigue exasperando esa hora porque de repente olvido lo grandes, magníficos que pueden llegar a ser. Y puta, puede que algún día, sacándome este miedo culeao de encima, me atreva a dar más cualidades sobre quienes nombro para lograr bienestar en el país.
En el punto tres, Catalina RECOMIENDA no comer pan con manjar a esa hora culiá. Porque el manjar es dulce y esa sensación es desagradable, y lamentablemente hace al pan un pan desagradable que dan ganas de manchar estas paredes culiás con manjar PORQUE TE ODIO GABRIELA QLÁ. (Gabriela pensión, no otras que conozco, cero problem, hasta cariño de por medio tal vez no sé qué sé yo, no suelo ser cínica así que sí).
En el punto cuatro, Catiuss recomienda a sus lectores nunca hacer demasiadas fotos en blanco y negro, con HDR, y/o callejeras. Algunas cada cierto tiempo están bien, pero cuando una galería virtual se llena de ellas es nefasto verlo. YO considero que si se pretende hacer fotografía cotidianamente se debe pensar ADEMÁS de todo lo hermoso que implica esa acción qlá de elegir selectivamente todo lo que quieres o no quieres que aparezca en su foto culiá, eso, además de amor, es pensar el su maldita fotografía como un conjunto. Puta, sí, quizás soy muy hinchaweas con el tema, quizás cuando se está empezando está bien hacer cualquier weá. Yo o hago siempre, pero una parte importante de las galerías, si es que no son de selfies, es la conexión que hay entre todas esas (buenas o malas) tomas que uno hace regularmente.
Ahora, en el quinto punto que pareciera ser eldel medio porque son las 0:00 y esa hora es muy entetenida, porque se me cierran los ojos y debo hacer un cubo luminoso para unas cuantas horas más. Yo no sé qué pretendo cuando pienso en poder crear una imagen, cuando ocupo lentes y aún así sigo siendo piti. Cuando, de cierta forma, he puesto a la imagen como eje casi-central de mi vida,como es la hora de las 0:01 o 0:02, así de CASI.
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