martes, 5 de mayo de 2015

Me terminé casi esfumando por entremedio de la neblina que me ataca por el frente, pero siempre silenciosa, apaciguadora. Tengo miedo de quedar perdida por ahí, en los rincones más asquerosos de los basurales. Estoy a punto de quedarme bajo tierra respirando mis años pasados, que me atacan, y me estoy llenando de rabia. Espero que no se me corten las cuerdas vocales en el momento más inoportuno, porque le tengo pánico a ser despreciada. Después de todo, no fue tan terrible. Nunca llegaron explicaciones correspondientes porque no me atreví a ser vomitada encima dos veces. Necesito salvarme de alguna manera y me refugio en lo que más te asquea, porque lo disfruto a más no poder y me voy como nunca antes lo había hecho. Quiero someterme a otra tortura masiva. Quizás después de eso, no habrá nada peor por varios días más. Otro día más para des-
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