domingo, 19 de abril de 2015

Sobre una bonita tarde

de abril.



Qué rancios los momentos de expectación
esos, como "horas antes",
o este,
en que estoy percibiendo las ansias
por el "primer texto después de".
Qué molesto, querido, (ahora,) saber que me lees
(como si no lo supiera desde hace meses)
Qué molesta la expectación del bienestar
como si hundirse en uno mismo fuese rápido
(como si no lo conociera)
Y yo justo con ganas de comenzar a escribir cosas sobre el amor
¿qué hago ahora con las ganas?
¿masturbármelas?
-Es una buena opción
/o una válida opción.
¿Cómo hago ahora para hacer nada?
Ansiosa de mierda
me agrada conocer las diferencias
PRIMORDIALES
entre las palabras.

Y justo que el gordo te tenía cariño, y tú ni lo nombraste en la despedida.
Puede que eso fue lo que más me dolió de todo lo escuchado.

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