¿Me recuerdas? Yo creo que sí. No es por cosas de quererme mucho o asuntos por el estilo, es que te llegué a conocer un poquito hasta el punto de que me cargaste cuando ya fue demasiado. Me contaron que estás bien, me alegro por ti. Yo creo que ya no te detesto, ni por el acoso, ni por las mentiras. Está bien, soy buena perdonando, así como también avergonzándome de repente de las cosas que he hecho (como tú, bueno no tanto, fuiste luego uno de esos cariños estúpidos). Eres de esas personas que imitan, o peor que eso, eres de esos que cambian demasiado por intentar agradar. Qué asco. Después de esto terminé odiándote de nuevo. Espero que hayas tenido un buen día. El año pasado te saludé y te burlaste. Toma esto como otro saludo, porque sé que me lees, y porque soy cortés, de vez en cuando. Que estés de-lo-me-jor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario