lunes, 31 de agosto de 2020

 disfraza con ironía las tragedias

 Iba a escribir algo (justo ahora) quizás acerca de lo mal que me sentía, pero abrí este blog, puse en crear una nueva entrada, estaba este espacio en blanco, y lo olvidé. Parece que ya no me siento tan mal como hace cinco minutos.

domingo, 30 de agosto de 2020

hoy, en mi siesta eterna.

 Hoy hablé con una niña de mi edad. Era domingo, como hoy, y yo fui en bicicleta a un recinto similar a un colegio, las clásicas formas de habitar en ellos. Era de tarde, se estaba haciendo noche. Ella me dijo que sabía que había estado llorando, que fue con ella con quien yo hablé estos días. Después de esa confesión no pude volver a encontrarle la cara. Más tarde escuché que ella venía caminando, por un segundo piso, junto a un chico, él llevaba una guitarra e iba tocando una canción que supe reconocer. Era una que había estado escuchando harto el último tiempo. Ambos me conocían, sin embargo, no me daban su identidad. Ambos me cuidaban, pero se escondían. Lo que ella me dijo recobró total sentido en mí. Pero estaba presente sólo cibernéticamente. Aún así, me conocía, sabía y entendía por lo que estaba pasando. 

 ¿cómo logra la gente tomarse los antibióticos? 

Sólo hoy en la mañana tomé cinco pastillas diferentes y mi guata está a punto de incendiarse por dentro.

sábado, 29 de agosto de 2020

Acerca de los últimos seis meses


 

Anxium , Tinelle, Melipass, Clotiazepam, Complejo vitamínico B, Clotrimazol, Clotrimazol + Betametazona, Cefalmín, Naproxeno, Bevitex, Neurobionta, Cam (Betametasona + Dexclorfeniramina + maleato), Hidrocortisona 1%, Hidroxizina, Domperidona, Ivermectina, Desloratadina, Omeprazol, Amoxicilina, Ciprofloxacino, Dipatropin (Atropina sulfato + papaverina clorhidrato), Geabionta, Ultra triple Cranberry Plus C.




miércoles, 19 de agosto de 2020

19 de agosto (una vez más).

 Hace un año andaba paseando por Recreo una tarde soleada y digna de fotografiar. Igual estaba ansiosa. Dormí sola, de nuevo, no sé por qué. No sé por qué hacía eso. En fin. Hoy también dormiré sola y con frío pero esta vez mucho mejor porque ya no tomo antidepresivos que me despiertan en mitad de la noche y de ahí en adelante. (¿cuál hora es la mitad de la noche?). No sé entre paréntesis. Algo iba a escribir. Ya sé:


Seis meses me costaron para retomar mi estabilidad y bastó sólo uno para que eso se destruyera. El movimiento siempre está presente (y eso está bien).