De nuevo, agradezco infinitamente ese suceso a ratos porque si no recordaría con exactitud toda la violencia vivida desde mi cuerpo hacia el mundo y desde mis oídos a algunas bocas y desde mis ojos a alguna mala interacción con personas no debidas. Ahora no recuerdo nada. Sólo sé que no debo relacionarme con ellas, que me hicieron daño y que por fin me recupero de todo eso no teniéndolos bajo mi vista y mi consciencia. Es difícil, pero es posible.
Ya no lloro, solo sé que algo hay ahí, que quisiera no encontrármelos nunca más, que si murieran, no iría a sus funerales a llorar. Probablemente algo pasaría por mi cabeza, y hasta llamaría a sus madres, pero no iría y no por orgullo, más bien por saber dónde estoy y cómo llegué ahí, cualquiera sea el contexto. Que basta de arrastrarse. Que basta de humillarse una infinidad de veces, y otra más. Mi cuerpo dejó de aguantarlo hace años y aún así persistía.
Hoy me recupero, me siento menos cansada, mi cabeza tiene lagunas mentales. Tal como si estuviera tan ebria como pensar que estoy en Viña carreteando mientras voy en Uber a mi casa en Quillota. No importa. Siento sanada mi cabeza a ratos (a largos ratos).
Sin embargo, nada de esto significa que no esté consciente a su vez de alguna cosa buena que habrán hecho por mí en dicho momento. No sé, pienso que todas las personas que uno conoce y que se va relacionando cada vez más es porque por algo tuvieron que llegar, es el momento preciso.
(No sé si esto es destino o como quieran, yo prefiero no darle ningún nombre a pesar de mi obsesión por nombrar todo desde hace meses).
Pero independiente de eso, sé que es posible que finalmente yo hubiese sido capaz de suicidarme en cualquiera de los casos, en cualquier día cayéndome en mí misma, en esos inviernos interminables. Sé que hay personas que estuvieron ahí, que hoy no, que finalmente terminaron siendo un asco conmigo (la cantidad de tiempo de asco conmigo varía según la personaPERO) no significa que por ALGO tuve cercanía un tiempo contundente. Supongo que eso es recíproco y que también lxs ayudé, ahora no imagino nada, pero algo habré hecho de bien.
Gracias supongo, a esos días que sé que existieron, y a estos por estar donde estoy. Imposible no haber estado acá si nada de eso hubiera sido. A la mala aprende uno, y en mi caso, con traiciones, con mentiras, con inconsecuencia. Con violencia de muchos tipos. Con desgaste emocional.
Sé que todo eso ocurrió, pero no recuerdo cómo. Es casi como tener una fotografía instantánea del hueón de Memento recordándose cosas a sí mismo todo el tiempo, que quién es malo, que quién no, que en quién no debe volver a confiar. Creo que así funciono desde hace años.
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