me está volviendo terriblemente loca
toda la información a la que tengo acceso

torturarse es bueno
cuando se trata de un odio indeterminado hacia uno mismo

De repente
así como de vez en cuando
el mundo se vuelve igual de ordinario
asqueroso
burdo
y terriblemente violento
que la vez en que te enteraste de que existía el sexo oral
en una película porno
o no tan porno
que están violándose a una mujer
uno o más hombres



De repente
uno se da cuenta
que escuchando la misma música en que uno repudia al mundo
se siente conforme
con las mismas potentes ganas de llorar todo el día
en que escuchas un silencio que carcome los oídos
cuando están todos reunidos en una mesa comiendo
y la tv está apagada



El mundo está triste y es repugnante
y de paso me repugna a mí
y todos de una vez




De repente te das cuenta que por más que uno se involucre con el mundo
uno sigue estando perdido.


No sé qué es lo que me levanta por la mañana.


¿la costumbre?
no doy para más

hmno,
no quiero nada
que se baje la vida
y yo con ella

Hoy por la tarde hicimos origami, y antes vimos un libro sobre grabado japonés. El miércoles fuimos a la marcha, cocinamos, hicimos el amor y luego dormimos una siesta . Hace tiempo no dormíamos siesta. Al despertar había una luz muy bonita pero que me deprimió un poco.
Me encanta pensar que cocinemos y vamos a comprar juntos y leamos.

Cuánto tiempo gasto en mí misma
desconsiderando
lo siguiente:
mi mala alimentación
mi ida al médico por mi mala alimentación
el odio fundado en el suelo mal pisado
el suelo que me está tragando hacia sí mismo
los mismos desórdenes alimenticios que viven por sí solos
mi cuerpo que está enfurecido conmigo
y yo con él, por él y para él.
Queremos descansar de una vez por todas
sin saber que estarán

Escupiéndonos.


Ojalá las princesas decidan qué hacer con su vida y con la de nosotros.
Y nosotros sepamos qué hacer con este corazón.

desaparezco de la memoria cuando todo está bien
y soy retenida
soberana estupidez e injusticia
ya se es sabido
pan masticado y escupido

Bueno pero,
¿dónde queda mi escondite?




-Debajo de las sábanas frías.

no sé a quién contarle, supongo que a ti.

No quiero volver a despertar de mi próxima noche

Yo le preguntaba, pa qué tanto miedo, en serio, al ir caminando por la calle a oscuras. No entendía nunca ese miedo terrorífico que de día o de noche hace sentir frío y es una sensación culeá que de una u otra forma paraliza. Pero no lo entendía. Siempre me sentí de cierta forma una mujer, una gran mujer que va caminando por la calle y que la deben mirar como una altísima mujer porque no te quiero mirar porque te repudio porque aunque me quieras gritar weás asaltarme manosearme no te voy a mirar y te desprecio, cuando voy caminando por la calle y un grupo de hombres pasa en auto caminando y yo paso por el frente de ellos y ellos estacionados en alguna esquina o huequito a mitad de cuadra. Siempre me sentí dueña del suelo que voy pisando y que nada me va a suceder, porque soy yo y porque yo puedo ser tremendamente violenta y aunque desconfíe del mundo entero lo repudio de una manera más o menos tranquila y tierna, porque el mundo aún no era tan asqueroso como hoy.


Ya no puedo caminar de esa forma porque mi estómago duele porque me enojo o porque ciertamente me han empezado a gritar en ese mirador asqueroso por donde se le mire tres o cuatro o cinco hombres tomando o sobrios a plena luz del día y ya veo que cualquier noche que vaya pasando por ahí, sobria o after barrio bellavista me agarre uno y yo no voy a tener idea cómo defenderme y nunca nadie se va a enterar.
Hay días que efectivamente voy caminando por ese lugar y rogaría porque algún sacoeweas se haga cargo de borrar este mundo para mí y ensuciarle las manos a él.

Subiría todas las canciones del mundo a mi muro para que tal vez coincida con alguna con la que te haya sucedido algo particular, algo bonito, y que me cuentes después que justo también la subí.