Es extraño escribirte hoy. Justo hoy. Me nacen las ganas de hacerlo. En todo caso soy buena comprendiéndome a mí misma (distinto es justificarse). Te escribo con mi lápiz favorito. Es rico, sólo que yo zurda ensucio todo.
Bueno, me entristezco con facilidad (como siempre me ha ocurrido), pero ahora no sé si será pena por pena, digo... porque sí. Me entristezco porque estoy cansada de todo, incluso de no llorar sola. Hace tiempo tengo que llorarle a él porque él abre mi alma de una manera que yo no conocía, él me sensibiliza de una forma que yo no había descubierto aún. Él es maravilloso, es una hermosa persona aunque todavía yo no se lo haya hecho saber. Lo amo tanto (no sé si estará bien ocupar ese acompañamiento de 'cantidad', pero sí puedo sentirlo con fuerza, tanta fuerza, que me llena por completo, que me eriza los sentidos, que me enloquece para bien y para mal.
Pero, discúlpame, yo no te iba a escribir para contarte sobre él; un mínimo de respeto, lo sé. Quería contarte que hoy dí la PSU. Al fin. Uno no asimila esta mierda hasta cuando se está esperando afuera de la sala a que digan tu nombre para ingresar y rendirla. Me fue bien (tengo la sensación). Lástima que mis padres todavía no sean capaces de valorar eso. Hay tanto odio dentro de ellos que de vez en cuando puedo ser comprensiva, pero duele, siempre duele. No sé cuántas veces te lo dije, tal vez no tan expresamente como ahora, pero es que es un poco terrible. Quería contarte además que sí, estudiaré Diseño Gráfico, mi trampolín hacia lo que se vendrá en un futuro, si es que hay. Y respecto a eso, quiero que sepas que menos mal no estuviste tú en este tiempo junto a mí. Mis huesos, mi cuerpo me está matando, a parte de estarse muriendo él. Lo está haciendo de una manera lenta y sigilosa, haciendo un ruidito tenue todo el día. No creo que hayas sido capaz de soportarlo, querido, ¡imagínalo! Yo estoy a penas, a verdaderas penas con todo esto. No puedo ni pensar en cómo estarías tú reaccionando. No es por quitarte 'créditos' o algo por el estilo, solo te soy sincera. Quería contarte que todo este tiempo ha sido extraño. En serio. Ha sido como estar durmiendo, o peor: estar en otra dimensión, paralela a la tuya, nunca por encontrarse. ¿Lo imaginabas? Yo por lo menos esperaba saludos de cumpleaños o cosas así, pero nada. Hemos muerto mutuamente, quemando de repente, saltando como brasas hirviendo. Es como para matarse eso, ¿no crees? Por lo menos a mí me ocurre así de vez en cuando. Ahora estoy iniciando una nueva etapa. Sólo hoy me he percatado de eso al notar que será un adiós casi definitivo, digo, porque lo estoy haciendo sin ti, y es mejor así. No puedo imaginar cómo habría sido juntos, ¿terrible no? Detestables suposiciones. En todo caso, todo lo que ocurrió fue para mejor, Sé que estás mejor, lo noto, se te siente a tu alrededor. Sólo espero que merezca tu cariño, siempre fue muy tierno. Bueno, también admito que bastante hostigoso y controlador, neurótico. Agallas para soportarlo y aceptarlo.
Quería contarte que a pesar de todo lo que pudiste haberme dañado, hoy está bien, y no hay rencores por eso. En serio. Quería contarte que ya no me importa tanto esa pseudo traición de tu parte, hoy está bien.
Quería que sepas que sigues presente en mi quehacer de una manera que al fin y al cabo no logramos realizar, pero que está. Te quiero.
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